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12,30 €«Si me pidieran que eligiera tres obras literarias de este siglo que formarán parte de la literatura universal, diría que una de ellas es, sin duda, Las aventuras del buen soldado èvejk de HaÜek.» BERTOLT BRECHT Jaroslav HaÜek dio vida a Josef èvejk, un soldado necio e inconsciente que, entusiasmado por servir a su país, se enrola en las filas del ejército austrohúngaro durante la Primera Guerra Mundial. Las desternillantes y sorprendentes andanzas de este simpático pícaro moderno, estúpido y sabio a la vez, ninguneado por los estamentos militares, constituyen un manifiesto antibelicista de primer orden, una proclama satírica contra la futilidad y el sinsentido de la guerra. Jaroslav HaÜek (1883-1923), heredero de Cervantes, Rabelais, Fielding y Sterne, es considerado, junto con Kafka, una de las figuras más representativas de la literatura checa. En el barrio praguense de Äižkov, donde vivió, se erigió un monumento ecuestre dedicado a su memoria. Traducción de Monika ZgustovaUn clásico de la literatura humorística, protagonizado por uno de los uno de los personajes más memorables de las letras de todas las épocas. Una divertida sátira sobre el absurdo de la guerra y la verdad de la condición humana.Jaroslav Hasek está considerado junto con Kafka una de las figuras más representativas de la literatura checa. Nació en Praga en 1883. Cursó estudios de Comercio que le permitieron obtener un puesto en la banca en 1902, aunque sus excesos con la bebida le costaron el trabajo. Fue entonces cuando comenzó a escribir sus primeros artículos, de tendencia anarquista, que le valieron en 1907 el puesto de redactor jefe del periódico Komuna. En 1915 Hasek se alistó en el ejército austrohúngaro y luchó en el frente de Galitzia, pero tras una ofensiva del ejército ruso, fue capturado por el enemigo. Ya liberado de su cautiverio, en 1918 Hasek abrazó la causa bolchevique al tiempo que se comprometía con la Legión Checa, una organización nacionalista destinada a emancipar a los checos de la tutela austrohúngara. Tras su regreso a Praga en 1920 intensificó su defensa por los ideales comunistas y nacionalistas, y empezó a publicar Las aventuras del buen soldado Svejk, aprovechando sus propias experiencias durante la guerra. Su intención era publicar seis volúmenes, pero su muerte prematura en 1923 sólo le permitió publicar tres de ellos; su amigo Karel Vanek se encargó de terminar un cuarto que había quedado inconcluso.